Bicentenario,
una tarea cultural
El hecho inclusivo de la cultura despierta intereses
de toda índole, es por ello que a la luz del texto publicado por la sección
PNUD[1],
de las Naciones Unidas, aborda la problemática cultural, que en este caso,
analiza la realidad cultural de Chile. Es por ello, que confrontando este
documento con la publicación del libro de Conrad Phillip Kottak, Antropología
Cultural, capítulo 2, se llega a las siguientes, relativo a cultura.
“Desarrollo Humano en Chile.
Nosotros los chilenos: un desafío cultural”
1.-
Según el Informe antes individualizado, en la actualidad, nuestro país carece
de un imaginario colectivo, o de existir este, es más bien difuso porque no hay
una identidad homogénea, permanente, que refleje lo que es ser chileno. Esto es
un asunto de relevancia porque lo que plantea el Informe del PNUD, es que los
valores establecidos en la sociedad tendrían su origen en individuos con
sentido de pertenencia colectiva, y por tanto, si atendemos a lo dispuesto por
Kottak, en nuestro país no habría una cultura definida, ya que esta última se
compone de valores, de ideas, de símbolos y juicios.
2.-
Siguiendo esta línea, en el Informe se reconoce que la identidad nacional
recoge elementos de diversas naciones, etnias y religiones, y que esta
construcción no puede ser ajena a los procesos de globalización que se ha agudizado
en las últimas décadas. En tal sentido, esta última ha traído aparejado una serie
de cambios y otros procesos como son la aculturación y la difusión, entendiendo
esta última como un mecanismo de cambio cultural por tratarse de un préstamo de
rasgos culturales entre distintas sociedades.
3.-
Se pone en relieve el que los imaginarios colectivos deben tener un anclaje
espacial, en orden a que la construcción de esta identidad social se construye
en la convivencia y esta última se desarrolla en lugares determinados, como
también, que la gente origina lazos de cooperación, de confianza justamente en
estas significaciones sociales compartidas. Esto es coherente con lo que
plantea Kottak, en orden a que las creencias, valores, los recuerdos y las
expectativas compartidas unen o vinculan a las personas que crecen en una
determinada cultura.
4.-
Por su parte, se sostiene que las personas que tienen experiencias exitosas
colectivas tienden a tener una actitud solidaria con los demás miembros de la
sociedad, mientras que los que no, difícilmente van a sentir que forman parte
de este nosotros al que hemos estado aludiendo. Esto último podría
justificar que determinados grupos de personas dan origen a las subculturas, de
que Kottak hace mención, y que comprendería a patrones y tradiciones diferentes
asociados a grupos particulares insertos en la sociedad.
5.-
Finalmente, encontramos relevante el resaltar el énfasis que el Informe da a la
idea de que el vínculo social nace en lo personal, en el sentido que para
fortalecer los vínculos sociales es indispensable traer a la palestra temas de
la vida privada y que debiesen interesar a la sociedad, siendo necesario para
ello que exista un ambiente de respeto y tolerancia. Esto último es coherente
con lo expuesto por Kottak, en torno a que la cultura es tanto pública como
privada, ya que las personas influyen en ella al transformar sus aprehensiones
en actuaciones públicas.

